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El póster soviético

Marcel Blanchard. Montevideo, Marzo de 2005.

“Más alto, más rápido, más lejos”.

El póster en Rusia como medio masivo de comunicación visual, se origina a fines del SXIX, en la época del Art Nouveau vinculado con la emergente propaganda comercial y con gran influencia del póster alemán.
Con el triunfo de la revolución de octubre 1917 en plena I Guerra Mundial comienza la historia del póster soviético.
¿Porque una historia del póster soviético en si?
Fue en la URSS donde este medio de difusión masiva a través de la imagen bidimensional se utilizó de un modo tan peculiar como en escala nunca vista, alcanzando además niveles artísticos y de diseño tales que puede considerarse una escuela en sí, plena de experimentaciones , propuestas y logros.

Su finalidad abarcó muy diversas esferas, cumpliendo funciones político ideológicas, militares y  sociales que modelaron en gran parte la mentalidad de millones de ciudadanos soviéticos, convirtiéndose por su nivel en diseño gráfico y en comunicación en un objeto de estudio en sí que refleja las experimentaciones en este plano y la misma historia del SXX de Rusia.

Teniendo en cuenta el elevadísimo grado de analfabetismo de la Rusia zarista, la imagen era un arma propagandística y comunicativa de primerísimo orden en el arsenal del joven estado soviético.
El gran impulso de este arte, como en las demás, estuvo vinculado con el fervor revolucionario y el entusiasmo en crear una sociedad  n hombre nuevo, elementos que tuvieron reflejo directo a través de las formas, el color y los sloganes que componían estos carteles.

En los primeros años de la revolución inmediatos a 1917, los pósters mantienen una visible relación de diseño con la producción de la época zarista y con la iconografía cristiana ortodoxa. Esta última se puede seguir a lo largo de todo el SXX.
La evolución del póster soviético es el reflejo en sí de la propia historia política de la Unión Soviética. Fue en este país en donde las artes se tomaron de un modo masivo y sistemático como herramienta estatal. Desde el póster al cine, la arquitectura y el diseño textil.
Reflejan las vicisitudes más dramáticas de estos pueblos a lo largo del SXX. La I guerra Mundial, la Revolución de 1917, la Guerra Civil. La lucha por la industrialización forzada , la II Guerra Mundial y la ocupación del territorio soviético europeo por las potencias del Eje, la Victoria, la Guerra Fría, la carrera por la conquista del espacio con los EEUU y la búsqueda del comunismo desde la macroeconomía hasta las costumbres sociales y familiares de la vida diaria. En todos los caso se enmarcan en la consigna “más alto, más rápido, más lejos” hacia el futuro brillante, hacia el comunismo.

El póster soviético fue un elemento presente durante décadas en la vida de decenas de millones de personas. Se encontraban en todos los edificios públicos, en el equipamiento urbano y llegaban hasta la intimidad del hogar ciudadano y rural debido a su belleza artística. Buscaron catalizar la creación de la sociedad comunista incidiendo en la conducta de las masas y del individuo, desde como cuidar al recién nacido, como actuar ante el invasor en la tierra el aire y el mar, como tener cuidado de los espías, ahorrar para comprar una bicicleta o automóvil, como ser atleta de primera o simplemente ciudadano modelo, mujer, niño u hombre, además de transmitir directamente los lineamientos políticos ideológicos del gobierno en una etapa dada.
Se puede estudiar el fenómeno del póster soviético desde diversos ángulos. Por su evolución estilística cronológica, por su temática a través de todas las principales etapas de la historia rusa del SXX. También se puede hacerlo en cuanto relación del poder con las distintas clases sociales y actores en juego de las más diversas profesiones civiles y militares, arrojando una muy interesante luz sobre el extraordinario fenómeno humano que constituyó el experimento ruso-soviético de instaurar una sociedad ideal.

En la Rusia actual se ha suscitado un verdadero “revival” del póster soviético.
Este redescubrimiento y revival como otros que se dan en la sociedad rusa actual juegan un importante papel psico-sociológico en el proceso aun incompleto de comprensión e integración del pasado reciente ruso tan extraordinario en el cuerpo social presente.
Se puede ver a los jóvenes que eran niños o apenas en los últimos años de la URSS eligiendo y comprando entre sonrisas y sorpresa los famosos pósters de gran laconismo y dureza. Y muchas veces se ve también a gente que no eran niños en los años soviéticos, millones de ellos, eligiéndolos y comprándolos, pero sin esa sonrisa complaciente y sorprendida de los jóvenes.
Cómo expresa una canción de un cantante pop muy popular en la Rusia actual, estos pósteres parecen decir también “¿quién dijo que vivíamos mal?” dejando en suspenso una pregunta muy compleja que solo podrá ser contestada con mucho mayor perspectiva histórica, sobre lo sucedido en Rusia en el SXX y resaltando un sentimiento muy humano: los pósteres recuerdan a millones de ruso actuales a los años de su niñez y juventud con todo lo malo y lo bueno que ello trajo y llevó.
Rusia al mirar sus pósteres de nuevo, se encuentra en ellos mismos aunque naturalmente con un corrimiento en su significado, viéndolo con cierto desapego. Siguen sin embargo siendo una parte de ellos mismos y aparecen en el diseño ruso actual de diversas maneras.